Seguro que más de una de las que me estáis leyendo tiene el mismo problema que yo, la vuelta al cole ha comenzado y muchos de nuestros pequeños no lo han hecho con buen pie, me refiero a los lloros matutinos esos que te dejan con el corazón encogido y muchas ganas de llevártelos de nuevo a casa. Les suele pasar sobre todo a los primerizos y a los que van por segundo año sobre todo si la profesora ha cambiado y notan que esa cara no es la misma del año pasado, suele convertirse incluso en un problema serio ya que muchos niños no dejan de llorar hasta por lo menos haber mediado el curso y para muchas madres se convierte en un verdadero agobio.  Muchas veces podemos darles algo de casa para que se sientan algo más arropados, me refiero algún juguetillo suyo o algo así, aunque es verdad que no en todos los colegios lo permiten, no s a vosotras pero yo cuando recojo a mi niña me dicen que el llanto solo ha durado unos minutos y que después nada de nada, supongo que la despedida es lo que resulta más difícil y es verdad que después se les olvida enseguida.

Este año estoy contenta porque según nos han contado en la reunión se van hacer muchas más cosas de las que hicieron el año pasado entre las que se incluyen las manualidades, me ha gustado mucho porque es algo que para mi hija es bastante familiar ya que en casa solemos hacerlas en familia. A los niños les gusta aprender cosas nuevas y afianzar las viejas que conocen por eso me parece tan estupendo que una de las actividades que van a realizar sea una que ella conoce muy bien. Para quien no lo sepa las manualidades lejos de ser solo un mero entretenimiento es también muy beneficioso en general para todos los niños y en particular para aquellos niños que sufren déficit de atención en este tiempo tan diagnosticado, es una manera de tenerlos ocupados centrándose en lo que hacen a la vez de abrir su imaginación un poco más. A sí que este año mochila en mano y un buen kit de material manualidades barato y espero que mi niña vaya mucho más contenta y se terminen cuanto antes esos lloros que hacen que me vaya con el corazón en un puño.